Desde mis últimos apuntes, han pasado varias cosas en el entorno oviedista.
A nivel deportivo el equipo sigue "bien". Lo entrecomillo porque ciertamente la clasificación nos dice que somos ls mejores de la categoría, líderes con un partido menos. Pero la realidad nos muestra un equipo que le cuesta ganar, el último un apretado 0-1 en Tabiella frente al
Navarro. Por el medio el empate a 3 goles en el Tartiere frente al
Langreo, que se llegó a poner con una ventaja de 0-2 en el marcador y la derrota por 1-0 ante el
Lealtad en Villaviciosa. Sólo se salva el partido frente al
Siero, que se saldó con una contundente victoria por 5-0.
A nivel extradeprtivo, como siempre, lo peor. El Consejo decidió cargarse a otro oviedista de verdad,
Javi Amieva. Un Javi Amieva, que en el 2003 fue el principal artificé para que las categorías inferiores del club siguieran adelante, el que se encargó de convencer a muchos padres de que no se llevaran a sus hijos del Requexón, de que el
Real Oviedo tenía futuro.
Pues bien, ahora los señores del Consejo oviedista, que en el 2003 aparcaban al otro lado del parking, se cargan al bueno de Javi, seguramente aconsejados por el asesor deportivo,
Juan Mata, que en el 2003 saqueó lo que pudo de la cantera oviedista, y por
Díaz Galán, reconocido sportinguista que parece tener claro su objetivo en el club: hundirlo.
Es increible que en el
Real Oviedo actual, tengan cabida engendristas y sportinguistas, pero a los oviedistas se les heche sin razón ni explicación ninguna. Simplemente no le querían ahí y punto. Así lo reconocen cuando aceptan que el despido es improcedente y le pagan todo lo que le tenían que pagar sin rechistar. Claro, como hay perres de sobra.
("Para que queremos 3 millones si con 2 nos sobra" Cano dixit)
