No se podía ir de otra forma que llamando la atención y escribiendo el último capitulo de su esperpentica estancia como entrenador del Real Oviedo.
Lobo Carrasco, acudió ayer a retirar sus pertenencias de El Requexón y lo hizo escoltado por dos coches patrulla de la Policía Nacional. Como si la policía no tuviera mejores cosas que hacer.
Adiós Lobito. No vuelvas.
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