
6/10/2009
Presentada la campaña de Abonados

Notas finales





6/03/2009
Hipocresía
Las autoridades del Principado y algún medio de comunicación que no encontraría el Carlos Tartiere ni con GPS se rasgan las vestiduras por los gritos de los futbolistas del Real Oviedo en un momento de celebración, olvidando lo que hicieron y dijeron hace menos de un año. A última hora, además, se sube al carro el tonto del pueblo.
Magazine Oviedista
No fue correcto lo que gritaron algunos componentes de la primera plantilla azul en la celebración del lunes en el Ayuntamiento de la capital. La euforia por la celebración desató las lenguas y se cometieron imprudencias que se deberían haber solventado con un tirón de orejas interno y a otra cosa. Pero como todo lo que rodea al Oviedo se mira con lupa desde las altas esferas de la Administración del Principado, se sacó de quicio la celebración.
Quizá conscientes de ello, los miembros del Consejo de Administración del club carbayón emitieron un comunicado disculpándose por lo ocurrido, aunque en un lugar normal no haría falta, se entendería. Pero ni así, oiga, la obsesión es increíble en el pueblo aumentativo y en lugar de celebrar lo suyo se dedican a analizar con fiereza lo que ocurre en la capital del Principado de Asturias.
Pues bien, si hay que analizar, analicemos todos. Y empecemos por arriba.
EL PRESIDENTE. El Presidente del Principado de Asturias, que debería hacer honor a su cargo, ha despreciado, marginado y ninguneado al Real Oviedo de forma clara y evidente en los últimos años, forzando al club a llevar al Gobierno del Principado a los tribunales para cobrar la deuda que parece existir. Independientemente de quien tenga la razón, la altura de miras que se debe presuponer al máximo mandatario asturiano le debería llevar a sentarse y negociar con el club que representa, como mínimo, a la mitad de la Asturias futbolera. Pero su cerrazón y forofismo descontrolado le hacen mostrarse como un ultra, todo ello a una semana de unas elecciones en las que participa su partido.
En un gesto lamentable, Areces bajó el domingo pasado a la sala de prensa del Molinón, tras consumar el Sporting su permanencia en Primera, acompañado de dos futbolistas para hacer declaraciones ante la prensa. Inaudito y lamentable. No se sabía si acudía como presidente del club, representante de los futbolistas o entrenador, que de todo parecía. Esa imagen sí merece una disculpa por lo parcial e inadecuado del hecho. Pero no es la primera vez. El año pasado, con el ascenso del Sporting, la página web institucional del Principado se tiñó de rojiblanco a satisfacción del Presidente Vicente. Primero animando y, desde el momento del ascenso, felicitando al club. Este año, con el ascenso del Oviedo www.asturias.es ha mantenido su tono habitual.
Hasta en el extranjero se pintó a rayas el Presidente Vicente. En Bruselas, en una conferencia sobre “El futuro de Asturias”, en presencia, entre otros, del embajador de España, el forofo Vicente se arrancó con un “todo el Principado es una fiesta” por el ascenso de su equipo. Algo que sabe es mentira. Como se comentaba en la noticia de La Nueva España, “del Real Oviedo y su periplo liguero, ni una palabra”.
¡Y cómo olvidar el desplante que hizo a la plantilla azul en el Trofeo Principado! Un equipo de Tercera venciendo a uno, en aquel momento, de Segunda. Fue demasiado para el Presidente Vicente, que tuvo que tragar con la entrega del trofeo, cuando había llegado al Tartiere con otra intención, pero que se negó a posar con el equipo ganador y el trofeo, a pesar de ser requerido para ello por el capitán, Cervero.
Areces es del Sporting y no soporta al Oviedo. Es libre de hacerlo, pero como Presidente del Principado su obligación es tratar a los asturianos por igual. Su desprecio al que fue el único equipo de fútbol asturiano en la máxima categoría durante muchos años, el Oviedo Moderno, no se sabe si responde a su ovieditis o a un claro caso de misoginia. Él sabrá.
EL DIRECTOR. Misael Fernández Porrón llegó a la Dirección General de Deportes en sustitución de Daniel Gutiérrez Granda. Danielón, como es conocido, es un sportinguista acérrimo, pero supo como político y sabe como persona que el Real Oviedo no es un equipo más de Tercera, esa frase de la que Porrón tira siempre para justificar los desmanes del Principado con el club carbayón. Daniel Gutiérrez Granda siempre trató con respeto al Oviedo y dejó clara su categoría como persona al rechazar el “chiringuito” (como él mismo lo definió) que Areces le ofrecía en La Laboral, ese agujero negro del presupuesto astur que sirve de pista de patinaje para los hábiles playos.
Fernández Porrón es el ariete de Areces, siempre dispuesto a defender, incluso quedando en evidencia, los argumentos del Principado o de su jefe, que estos señores están confundiendo las dos cosas. Porrón llegó a comparecer en rueda de prensa en la sede de la Presidencia del Principado sin conocer los documentos existentes sobre la supuesta deuda del Oviedo, sin lograr dar respuestas coherentes, limitándose a balbuceos. Y siempre cae en la misma trampa. Enviado por el jefe, da la cara, y siempre se la parten. Pero él sigue. Dando explicaciones y en el cargo.
LA ALCALDESA. La señora Fernández Felgueroso, de nombre Paz, también sigue la estela del Presidente Vicente. Cuando todo debería conducir a la calma, la señora Felgueroso se despachó esta mañana condenando los “insultos e improperios” de Aulestia. El alma atormentada de la alcaldesa exige a Gabino de Lorenzo disculpas, aceptando las del Real Oviedo en la nota hecha pública por el Consejo. Parece corta de memoria Paz Fernández Felgueroso. ¿No recuerda, señora alcaldesa, cuando decía en el éxtasis de la celebración por el ascenso del Sporting, que lo que caía no era lluvia, sino las lágrimas de los del Oviedo por no ascender? Todavía no ha habido disculpa por tan desafortunado comentario. Ni se espera, aquí sabemos con quien tratamos.
Tampoco se olvidan los insultos proferidos por los jugadores del Sporting, DESDE EL BALCÓN DEL AYUNTAMIENTO DE GIJÓN, al presidente entonces de la Real Sociedad, Badiola. ¿No es lo mismo, señora alcaldesa?
EL QUE FALTABA. Ni sabe escribir ni hablar, pero no calla. El presidente de las peñas rojiblancas, José María Suárez Braña, presidente además de una asociación nacional de peñas, entraba al trapo buscando hacer olvidar su último ridículo en Valladolid. Este sujeto, que como presidente de Aficiones Unidas fue incapaz de facilitar el teléfono de las peñas del Mallorca a la APARO, se descolgaba hoy anunciando que acudirán a la Comisión Antiviolencia por las frases proferidas en el balcón del Ayuntamiento ovetense. Otro sin memoria que no recuerda los insultos del año pasado en Gijón, los destrozos en la Plaza Mayor de Salamanca o la última heroicidad de sus chicos, cuando comentaban en alguna emisora de radio que en el partido de Zorrilla iban “a León a comer y a Valladolid a cagar”. Todo después de que Braña dijese que la afición del Sporting no viajaría para no pagar unas entradas caras. Hasta los suyos le dejaron en ridículo, aunque no es algo nuevo para él. Aún se escuchan las carcajadas en la capital alavesa cuando en el Ayuntamiento se recibió una carta dirigida al “Alcalde de ViCtoria”. ¡Que gran oportunidad de estar callado acabas de perder, Pepín del alma!
LA AFICIÓN. Esa dolida afición rojiblanca, llorosa ante la bufanda que portaba Aulestia, es la misma que domingo tras domingo cuelga símbolos nazis en el fondo aún en pie del Molinón. La misma que la lía donde va. La misma que, en las narices del Presidente Vicente, cuelga banderas de Asturias con fondo rojo y cruz blanca, víctimas de un complejo sin fin que si no fuera por lo patético, movería a risa. Señor Presidente Vicente, delante de sus narices se vulneran en su casa los artículos 1 y 7 de la Ley 4/1990, de 19 de diciembre, de la Bandera del Principado de Asturias, que dicen que “La bandera del Principado de Asturias es rectangular, con la Cruz de la Victoria en amarillo sobre fondo azul” (art. 1.1) y que “Se prohíbe la utilización en la bandera del Principado de Asturias de cualesquiera símbolos o siglas de partidos políticos, sindicatos, asociaciones, entidades privadas, o de particulares” (art. 7).
Con todo ello, en Magazine Oviedista, reprobando lo que se dijo desde el balcón de la Casa Consistorial ovetense, pedimos silencio a quien tiene tanto que callar y animamos a Aulestia y Curro porque “quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra”.
http://www.magazineoviedista.com/real-oviedo/hipocresia-090603-2.html
La fiesta del ascenso
Promoción de Ascenso (Vuelta): R.C.D. Mallorca "B" 1-0 Real Oviedo (Penalties 5-6)
¡A 2ª B! Objetivo conseguido, aunque sufriendo como sólo el Oviedo puede sufrir. 120 minutos de agonía, más los penalties fue lo que vivimos en Son Moix unos y en Oviedo otros.
Ya han pasado unos días desde que conseguimos superar la eliminatoria frente al filial mallorquín. Ya han pasado las celebraciones, así que todos habréis leído una y mil crónicas del partido, de aventuras por la isla mallorquina y de celebraciones. De todas formas, como esto quedará para la posteridad, pondré mi pequeña crónica de lo vivido el pasado fin de semana en Mallorca.
Yo fui uno de los que viajó en el charter de la APARO. Todo perfectamente organizado y sin ningún problema, salvo lo incompetentes que eran los del hotel que perdieron los DNI de 8 personas, si bien finalmente aparecieron. La noche del sábado, de fiesta por El Arenal, lo que menos vimos fueron mallorquines, eso si, los que nos cruzamos tanto el sábado de noche por El Arenal como el domingo por Palma no hicieron más que desearnos suerte y decirnos que el Oviedo tenía que estar en Primera, además de que a ellos no les interesaba subir (ya se lo podían haber dicho a los jugadores). Y luego ver a alemanes, ingleses o eslovacos cantar ¡Oviedo, Oviedo!, eso si que no tiene precio.
Tras la fiesta del sábado noche y la pequeña visita turística a la ciudad de Palma del domingo, llegó la hora del partido. A Raúl le dió una ataque de entrenadoritis y sacó un once al que creo que nadie a encontrado aún explicación. Curro y Jaime por las bandas, con Mario Prieto y Pelayo como organizadores. La apuesta no salió bien y el equipo naufragó en la primera parte. Aunque el Oviedo pudo adelantarse en una ocasión de Alex, que prefirió tirar a puerta, en lugar de dársela a Cervero que estaba completamente solo en boca de gol, el que marcó fue el Mallorca en una buena jugada individual de Tejera que batía a Aulestía y empataba la eliminatoria. Empezaba la agonía.
En la segunda parte, Raúl corrigió su error inicial y sacó a Villanueva y Moisés por Pelayo y Alex. Curro pasaba al centro y Villanueva se metía en la derecha. El equipo mejoró considerablemente y creó más peligro, penalty no pitado incluido, cometido sobre Jaime. El marcador no se movió en toda la segunda parte y llegamos a la prórroga donde de nuevo, el Mallorca fue el que mandó sacando en los últimos minutos de la segunda parte hasta cuatro corners, además de una falta que sacó Aulestía en una gran parada. Creo que no era el único que estaba viendo que nos iban a calcar el segundo y que íbamos a tener que estar un mes más jugando.
Así llegamos a la tanda de penalties. Lanzaron por el Oviedo Mario Prieto, Curro, Cervero, Moisés y Rubén, los cinco primeros. Nadie falló y hubo que ir a la muerte súbita. El sexto lanzador azul era Dani Hedreda, le pegó y el balón comenzó a elevarse, juro que lo veía fuera, pero no, entró por toda la escuadra. El corazón ya no daba más de sí. Le tocaba el turno al Mallorca, lanza a la derecha de Aulestía y éste lo para. La reacción de Aulestía es la misma que hubo en la grada, nada de correr y saltar durante unos segundos, solo se quita la camiseta y se hecha a llorar. Así mucha gente en la grada, yo iba a abrazándome y todos tenían lágrimas en los ojos. Por fin se liberaba toda la tensión, la angustia y la ansiedad.
Por fin salimos de la mierda de la Tercera División, sufriendo como es el sino del Oviedo, pero ahí estamos. Ahora toca preparar otro gran equipo para lograr estar arriba el año que viene y luchar por llegar a Segunda lo más rápido posible, que ya llevamos muchos años perdidos.
¡ENHORABUENA A TODOS! ¡HALA OVIEDO! Nos lo merecíamos.